
Por: Abdiel Poveda
Para muchos de los que pescamos siempre ha sido un sueño ir a Piñas en un trip de pesca, ese sueño tuve la dicha de cumplirlo hace ya varios años y desde entonces y como costumbre, desde el mes de Diciembre en conjunto con un grupo de pescadores deportivos, nos organizamos para la aventura del paseo anual a Piñas el cual se realiza en el mes Enero, pero este año iba a ser diferente, meses antes y por mediación de un amigo, habíamos conseguido que Gustavo Córdoba capitán del Tropic Star Lodge con más de 30 años de experiencia y oriundo de este lugar fuese a pescar con nosotros.
TODO EMPIEZA UN MES ANTES DONDE VARIOS BOTES SE PREPARAN PARA LA APERTURA DE LA TEMPORADA ALTA DE PESCA EN PIÑAS. A DIFERENCIA DE OTROS AÑOS NO ÍBAMOS A PERNOCTAR EN LOS BOTES, HABÍAMOS CONSEGUIDO RESERVAR 3 HABITACIONES EN EL HOTEL DEL PUEBLO DE PIÑAS, POR ESTAS RAZONES ESTÁBAMOS SEGUROS QUE ESTE AÑO EL PASEO ANUAL A PIÑAS IBA SER EL MEJOR.
Después de mucha preparación llegó el jueves 7 de Enero, partimos de Diablo Spinning Club desde muy temprano en la madrugada y con condiciones de mar favorables y con un viento norte que nos acompañó a nuestras espaldas todo el camino. Marcamos rumbo hacia el área conocida como La Teta, apenas llegamos vimos un gran movimiento de carnada y a la mayoría de los Bertram 31´ del Tropic Star Lodge mejor conocidos por los pescadores como “las pirañitas”. Inmediatamente pusimos la radio VHF en el canal 84 para escuchar los reportes y al instante comentaban cuantos marlins y pez vela habían enganchado, la emoción invadió el bote…no demoramos en desplegar nuestros señuelos, algunos con ballyhoo otros sólo plástico, usamos el mismo canal para comunicarnos con los otros botes que habían ido con nosotros al paseo y apenas escucharon el nombre de nuestro bote todos los capitanes piñeros hacian chistes y se molestaban unos a otros, no podían creer que nuestro bote se llamara así, pues sí señores había llegado el “CHÚPALO” a Piñas y venimos por nuestro marlin. No pasaron 15 minutos de estar en el área cuando suena la primera caña, teníamos en línea un marlin azul, saltó en reiteradas ocasiones hasta que lastimosamente lo perdimos; seguimos todo el día buscando a otro pero sólo logramos unos buenos dorados piñeros de 46 libras; ya terminada la faena decidimos entrar e ir hacia el hotel, en donde nos reciben con una comida increíble, de la cual no dejamos de hablar durante todo el paseo. ¡qué buena comida y que buen hotel que conseguimos! Ese día después de conversar y escuchar las anécdotas de los capitanes los cuales se reúnen todas las noches en este hotel, nos acostamos con la esperanza de que el viernes si pudiésemos capturar el tan preciado marlin.
El viernes 8 de Enero, suena la alarma, el reloj marca las 5:15 a.m., todavía no salen los primeros rayos de sol pero después de un buen descanso en cama, aire acondicionado un buen baño en ducha, un excelente desayuno y 2 tazas de café estamos listos para zarpar.
DECIDIMOS IR PRIMERO AL REEF PARA JIGIAR UNOS BONITOS PEQUEÑOS O MERMELADAS COMO LES LLAMAN LOS CAPITANES PIÑEROS…
…estos son los más apetecidos por los marlins. Llegamos al área bajamos los jigs y enseguida picaron tres, uno de ellos era mermelada los otros dos eran más grandes, decidimos que con esto es suficiente y agarramos rumbo directo al área de la teta donde el día anterior había pegado el marlín. Llegamos al área y tiramos los 2 bonitos grandes al agua, la mermelada la guardaríamos para otro spot y empezamos a pasearlos, después de dos horas no había picado nada y decidimos movernos hacia otra área para probar suerte, por el canal 84 los capitanes piñeros habían dicho que ahí estaban picando. Apenas llegamos al punto soltamos los plásticos y ballyhoo y de inmediato picó un dorado mediano y varias tunas pequeñas, el área prometía, decidimos cambiar por carnada viva, HABÍA LLEGADO EL MOMENTO DE SOLTAR LA MERMELADA y así lo hicimos pero 5 horas después de trolear de un lado para otro y pasear esa mermelada más que a un perro en el parque y sin que nada sucediera, decidimos que quizás ya deberíamos de terminar el día jigiando en el morro para probar si teníamos suerte, nosotros no cogimos nada pero unos compañeros logran la captura de una buen cherna casi a las 6:30 p.m, ya con la cena asegurada decidimos entrar e ir a descansar.
Llegamos al hotel y después de una excelente cena conocemos a Gustavo Córdoba el que iba a ser nuestro capitán el día sábado, la primera pregunta que nos hace es
¿EN QUÉ BOTE IREMOS MAÑANA? LE RESPONDEMOS, EN EL “CHÚPALO”, después de reírse sin parar por casi un minuto nos pregunta ese bote existe en verdad?, lo escuchaba todos estos días por la radio y pensé que era jodedera de Candelo y los otros capitanes, pues sí existe, es mi bote y mañana usted será el capitán.
Después de intercambiar muchísimas anécdotas de pesca con él nos acostamos positivos y emocionados con que al día siguiente si lograríamos la captura del preciado marlin.
Amanece el día Sábado 9 de Enero, despierto antes de lo acostumbrado y sin necesidad de la alarma, una mezcla de nerviosismo y entusiasmo recorre mi cuerpo pues llegó el gran día, nos toca caminar durante casi media hora por la playa para embarcarnos en la panga que nos lleva al bote ya que la marea estaba baja. Apenas llego al bote le cedo la capitanía del “Chúpalo” a Gustavo, lo cual reconozco no me gusta hacer pero con más de 30 años de experiencia como capitán de uno de los mejores hoteles de pesca en el mundo y oriundo del área no podía cederla a alguien mejor.
SALIMOS DE LA BAHÍA RUMBO AL REEF POR LOS BONITOS, decidimos jigiarlos nuevamente y así fue, salieron 4, uno de ellos muerto. Le pregunté ¿HACIA DÓNDE IREMOS? ME RESPONDIÓ HACIA LA TETA DE GUSTAVO, ¿La teta de Gustavo le pregunté? y nos contó que el área de Las Tetas la bautizó él hace ya aproximadamente 25 años un día que estaba regresando de pescar y en la sonda le aparece un cambio de profundidad muy marcado en forma de una teta, nos cuenta que al día siguiente se fue directo a ese punto y tuvo 6 marlins negros en línea, inmediatamente lo rodearon los compañeros de las otras pirañitas y de ahí en adelante en broma le decían vamos a las tetas de Gustavo; ese día tuvimos varios pez pico en línea que no pudimos traer hasta el bote y dos super dorado de +50lb, los otros compañeros también tuvieron marlins en línea y si pudieron llevarlos hasta el bote y varios dorados, tuna, y chernas; nuestro sueño se había cumplido, no sólo habíamos pescado junto a los capitanes piñeros en nuestros botes, si no también pudimos aprender diferentes técnicas de cómo rigear la carnada viva y de cómo recorrer los puntos o áreas de pesca de la manera correcta, esto es muy distinto a lo que nosotros conocíamos, ya en el anclaje llegaron botes de otros países y es donde uno se da cuenta de lo privilegiados que somos de tener un lugar como Piñas en nuestro país y poder venir cuando queramos, pero tenemos que cuidarlo ya que se hizo muy notoria la ausencia del dorado en este viaje. De regreso a Panamá el día Domingo nos tocó un mar duro pero tomamos la decisión de venirnos por el corredor como muchos lo conocemos, este es por las islas de Galera, Elefante, Pedro y Pablo, y Contadora. Nos detuvimos en la baja de Saboga para tirar los jigs y sacamos algo pa´ la cena, corvina, cherna, merete, tuna, albacora y hasta jureles.
¡QUE BUEN PASEO Y QUE BUENA PESCA!
y lo mejor es que compartimos entre amigos y con los capitanes piñeros de los cuales aprendimos muchísimo y así mismo también estamos seguros que ellos aprendieron de nosotros a decir
“CHÚPALOOOOOOOO”